Description | Cuando llega el momento del Si , quiero, todos desean tener un hogar saludable y feliz. Solo a alguien sin sentido común se le ocurriría casarse para ser infeliz. Sin embargo, la felicidad conyugal no es tarea fácil, hay que cultivarla, a pesar de que las estadísticas nos alarman con sus detalles de divorcios e infidelidades. El compromiso que se estableció en el altar de ser felices hasta que la muerte nos separe es posible cuando se tiene en cuenta a Dios como el centro de la relación. |
---|